Haber perdido el empleo constituye una de las causas fundamentales por las que miles de jóvenes abandonaron sus estudios universitarios en los 11 meses que lleva el coronavirus azotando a la sociedad dominicana.
Los menores de 20 años recibieron el mayor impacto desde que inició la pandemia. De 27,662 jóvenes que eran empleados registrados en el Sistema de Registros Laborales (SIRLA), 20,623 fueron suspendidos de sus labores por las empresas donde prestaban servicios.
Con la llegada del virus también fueron muy afectados los empleados que tienen edades comprendidas entre 20 y 29 años.
De 441,479 empleados formales que pertenecen a este grupo poblacional, 241,457 fueron suspendidos en las primeras semanas de abril de 2020, de acuerdo con el estudio “Impacto del Covid-19 en el Empleo”, que elaboraron el Ministerio de Trabajo y el Observatorio del Mercado Laboral Dominicano.
La doctora Juana Encarnación, vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, dijo que “aquí se presentó una ola de desempleos de muchos estudiantes universitarios, así como también algunos que sí tenían trabajo y no podían dedicar tiempo para estudiar. Pensaron que podía estar en el trabajo y estudiar al mismo tiempo, lo que fue un error”.
No obstante, a juicio de la catedrática y experta en educación virtual, las causas de la deserción estudiantil fueron diversas. Entre ellas, citó el limitado acceso a Internet ya que con la compra de megas no era suficiente para tomar las clases, así como el hecho de no poseer celulares inteligentes o computadoras.
Asimismo, planteó que a muchos estudiantes les costó adaptarse al sistema virtual, llegando a sentirse muy preocupados por el uso, manejo y conocimiento de las herramientas tecnológicas, “lo que provocó desmotivación y que abandonaran las asignaturas”.
Citó la confusión que invadió a más de un joven que, al desconocer cómo se desarrolla la educación virtual, seleccionó asignaturas a las que no podía dedicarle el tiempo requerido para la lectura, investigación y realización de trabajos con fechas de entrega específicas.
Encarnación mencionó que otra de las razones del abandono de los estudios se centra en el estado de salud de muchos estudiantes por estar afectados del COVID-19 o uno de sus familiares.
“Cabe señalar que los estudiantes universitarios, en su población más adulta, tienen hijos e hijas, a quienes debieron ofrecer sus celulares para sus clases virtuales en el sistema educativo preuniversitario”, añadió.
Las autoridades estiman deserción bajó un 27 %
El Gobierno espera que muchos jóvenes que estudiaban en universidades privadas vuelvan a las aulas motivados por la creación del bono Estudio Contigo, del que ya se benefician 14 mil estudiantes.
Desde que se creó el programa, en septiembre de 2020, la deserción estudiantil universitaria ha disminuido en más de un 27 %, aseguró ayer el ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Franklin García Fermín.
Haber perdido el empleo constituye una de las causas fundamentales por las que miles de jóvenes abandonaron sus estudios universitarios en los 11 meses que lleva el coronavirus azotando a la sociedad dominicana.
Los menores de 20 años recibieron el mayor impacto desde que inició la pandemia. De 27,662 jóvenes que eran empleados registrados en el Sistema de Registros Laborales (SIRLA), 20,623 fueron suspendidos de sus labores por las empresas donde prestaban servicios.
Con la llegada del virus también fueron muy afectados los empleados que tienen edades comprendidas entre 20 y 29 años.
De 441,479 empleados formales que pertenecen a este grupo poblacional, 241,457 fueron suspendidos en las primeras semanas de abril de 2020, de acuerdo con el estudio “Impacto del Covid-19 en el Empleo”, que elaboraron el Ministerio de Trabajo y el Observatorio del Mercado Laboral Dominicano.
La doctora Juana Encarnación, vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, dijo que “aquí se presentó una ola de desempleos de muchos estudiantes universitarios, así como también algunos que sí tenían trabajo y no podían dedicar tiempo para estudiar. Pensaron que podía estar en el trabajo y estudiar al mismo tiempo, lo que fue un error”.
No obstante, a juicio de la catedrática y experta en educación virtual, las causas de la deserción estudiantil fueron diversas. Entre ellas, citó el limitado acceso a Internet ya que con la compra de megas no era suficiente para tomar las clases, así como el hecho de no poseer celulares inteligentes o computadoras.
Asimismo, planteó que a muchos estudiantes les costó adaptarse al sistema virtual, llegando a sentirse muy preocupados por el uso, manejo y conocimiento de las herramientas tecnológicas, “lo que provocó desmotivación y que abandonaran las asignaturas”.
Citó la confusión que invadió a más de un joven que, al desconocer cómo se desarrolla la educación virtual, seleccionó asignaturas a las que no podía dedicarle el tiempo requerido para la lectura, investigación y realización de trabajos con fechas de entrega específicas.
Encarnación mencionó que otra de las razones del abandono de los estudios se centra en el estado de salud de muchos estudiantes por estar afectados del COVID-19 o uno de sus familiares.
“Cabe señalar que los estudiantes universitarios, en su población más adulta, tienen hijos e hijas, a quienes debieron ofrecer sus celulares para sus clases virtuales en el sistema educativo preuniversitario”, añadió.
Las autoridades estiman deserción bajó un 27 %
El Gobierno espera que muchos jóvenes que estudiaban en universidades privadas vuelvan a las aulas motivados por la creación del bono Estudio Contigo, del que ya se benefician 14 mil estudiantes.
Desde que se creó el programa, en septiembre de 2020, la deserción estudiantil universitaria ha disminuido en más de un 27 %, aseguró ayer el ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Franklin García Fermín.
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