Dos noches a casa llena, un artista invadido del Espíritu Santo y un público dispuesto a dejarse atrapar con el más sublime mensaje, el del amor. Así transcurrió el tiempo de un concierto en el que René Brea supo plasmar el mensaje de cada canción con los mejores recursos, técnicos y visuales.
El comienzo
Iniciado el concierto “Dios es amor” el pastor salió a escena e interpretó los temas “Restitución”, “Lo eterno” y “Ese era yo”, para ofrecer las palabras de bienvenida con un caluroso saludo a los presentes, los bendijo y afirmó muy convencido que Jesús estaba en aquel lugar y que se merecía la gloria y la honra por siempre.
Y lo confirmó cuando empezó a alabar con “Te amo”, acompañado de corazones en pantalla y luces rojas que amenizaron el ambiente.
El artista cristiano continuó con las canciones “Cierro mis ojos”, “La vida es” y “Gigante”.
Tras este tema Marcos sacó su momento para predicar la palabra, la cual fue acogida con alegría por los presentes.
Un momento sublime fue las interpretación de los temas “Que se abran los cielos”, “Nada se compara a ti” y “Todo se lo debo a Él”, acompañado de cuerdas. El artista continuó con “No hay otro Dios”, “Llegará tu milagro” y otras.
El público pidió su regreso y junto a Danay terminó “Con mucha fe”.
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