SANTO DOMINGO. “No hay agua y los pronósticos no son buenos”, con esa expresión describió hoy el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Alejandro Montás, la crisis más severa de los últimos 15 años por la falta de agua de las presas, pues de 34, solo dos disponen del líquido.
Esta mañana, la Mesa del Agua, conformada por todas las instituciones oficiales que tienen que ver con la producción y distribución del líquido se reunió con los directivos del Consejo Nacional de Juntas de Regantes para informarles sobre más restricciones en el suministro del líquido.
Olgo Fernández, director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) y Alejandro Montás, de la CAASD, explicaron que se priorizará el suministro de agua para consumo humano y se restringirá la destinada al riego.
Las únicas dos presas con agua en sus embalses son Hatillo y Rincón, las demás están “fatigadas”, lo que obliga a tomar medidas más severas con relación al protocolo del agua.
Están en condiciones extremas las presas de Sabana Yegua, Sabaneta, Valdesia, Tavera, López Angostura, Moción y las demás que conforman el circuito de control de las aguas.
En el Gran Santo Domingo, también se tomarán medidas para reducir el suministro de agua porque cada día se dejan de producir cinco millones del líquido.
La situación de crisis fue entendida por el presidente de la Junta de Regantes, Julio Rodríguez, quien reconoció que las autoridades manejan la situación con prudencia, pero no dejó de reconocer que la situación afecta a los productores nacionales.
Dijo que entienden y acogen las medidas anunciadas por el sector agua que los obliga a restringir más el uso de esta para los cultivos, dejando una estela de pérdidas incuantificables, como el caso de los arroceros de Villa Vásquez y Santa Cruz, que han perdido el 80 % de sus cultivos por efectos de la sequía.
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